10 de Voluntad de 164, 'Akká
Como ya comentaba anteriormente, el pasado 24 de abril tuve la oportunidad de asistir al funeral del Dr. Varqá, la última Mano de la Causa de Dios.
El funeral comenzó en la Casa del Maestro, con una ceremonia más intima al que asistió cierto numero de personas invitadas (familiares, Miembros de las Instituciones de la CUJ y CIE,...) Más tarde, a mediodía, en el cementerio Bahá'í de Haifa (donde algunas otras Manos de la Causa y Miembros de la Casa Universal de Justicia están también enterrados) tuvo lugar el entierro del Dr. Varqá.
Fué una ceremonia de no mucha duración, aproximadamente unos 400-500 bahá'ís (de servicio o visita en Tierra Santa) asistieron al entierro. Comenzó con la reproducción de la canción "Ya Bahá'u'll-Abhá" (que una vez más, me puso los pelos de punta) del coro Voices of Bahá, a continuación leyeron varias oraciones para difuntos, un texto (creo que de Shoghi Effendi) sobre las Manos de la Causa, y finalmente la oración para el entierro. Para finalizar, todos los presentes tuvimos la oportunidad de pasar por al lado de la fosa, y arrojar unos cuantos pétalos de rosas rojas, rosas y blancas.
El momento en que el sarcófago fué colocado
Fué una ceremonia llena de belleza
Pétalos de rosas rojas, rosas y blancas en honor al Dr. Varqá, una vida de servicio
Cementerio Bahá'í de Haifa
Kiser Barnes leyendo un texto sobre la Institución de las Manos de la Causa
Se me encoje el corazón al recordar aquellos momentos, en los que los ojos del mundo vislumbraron el final de toda una época, de toda una Institución instaurada por Bahá'u'lláh Mismo hace siglo y medio. El último enlace entre nuestros tiempos y los de la Guardianía. Sirvamos a la Bendita Belleza en honor a aquellas 49 Manos de la Causa de Dios que tantos sacrificios hicieron en su Sendero.
1 comentario:
Buen post... yo creo que seguimos presenciando una época histórica y sin presendentes, tanto de la humanidad, como también de la Fe.
El hecho que en este tiempo se den cambios tan grandes, y se haga resonar con fuerza el nombre de la fe, es impresionante.
En el futuro contaremos a nuestros hijos sobre la vez que conocimos al último Mano de la Causa de Dios, y que nuestros corazones de entristecieron por su partida, pero se alegraron de saber que estabamos entrando a un nuevo proceso. Contaremos de cuando el presidente de Irán estuvo en los Estados Unidos y respondió algunas preguntas sobre la Fe. Contaremos todo esto.
El punto, ahora, es que NOSOTROS, también hagamos algo GRANDE por la fe. No sólo podemos ver la historia pasar, debemos, tenemos la obligación, de hacer algo por la fe.
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